Una silla de oficina limpia no se trata solo de estética; Se trata de higiene, comodidad y extender la vida útil de su inversión. Con el tiempo, las sillas de oficina acumulan polvo, suciedad, aceites de piel e incluso bacterias. Una rutina de limpieza regular mantendrá su silla nueva y evitará la acumulación de alérgenos y olores desagradables. Esta guía lo guiará a través de los pasos profesionales para limpiar varios tipos de materiales de silla de oficina.
Antes de comenzar cualquier limpieza profunda, siempre realice estos pasos preliminares:
Vacío a fondo: Use una aspiradora con un accesorio de tapicería para eliminar la suciedad suelta, el polvo, las migas y el pelo de las mascotas de todas las superficies de la silla, incluido el asiento, el respaldo, los reposabrazos y las grietas. Preste especial atención a las costuras y donde el asiento se encuentra con la espalda.
Verifique las instrucciones del fabricante: La mayoría de las sillas vienen con etiquetas de cuidado o manuales que especifican recomendaciones de limpieza para sus materiales particulares. Siempre aplazue estas instrucciones primero para evitar dañar su silla.
Prueba en un área discreta: Antes de aplicar cualquier solución de limpieza, siempre pruebe en un área pequeña y oculta de la silla para asegurarse de que no cause decoloración o daño.
Reúna sus suministros: Tener todo a mano hará que el proceso sea más suave. Es probable que necesite:
Aspiradora con accesorio de tapicería
Paños de microfibra (varias)
Jabón de plato suave o limpiador de tapicería
Cepillo de cerveza suave
Botella de aerosol
Cubo de agua limpia
Frotar alcohol (para algunos materiales)
Limpiador/acondicionador de cuero (para sillas de cuero)
Cleaner de vapor (opcional, para tela)
El enfoque de limpieza varía significativamente en función del material de la silla.
Las sillas de tela son comunes, pero pueden absorber derrames y olores fácilmente.
Limpieza de manchas: Para manchas pequeñas, mezcle unas gotas de jabón de plato suave con agua tibia en una botella de spray. Negocia ligeramente el área manchada (no satures). Blot suavemente con un paño de microfibra limpio, trabajando desde el exterior de la mancha hacia adentro. Enjuague la tela con frecuencia y continúe secando hasta que la mancha se levante.
Limpieza profunda (para la mugre general):
Vacú de nuevo: Después de la limpieza de manchas, le dé a toda la silla otro vacío completo.
Prepare la solución de limpieza: Mezcle una pequeña cantidad de detergente líquido suave (como lana o un limpiador de tapicería dedicado) con agua tibia.
Aplicar a la ligera: Sumerja un paño de microfibra limpio en la solución, escurriéndola muy bien para que solo esté húmedo, no húmedo. Limpie suavemente las secciones de la tela. Evite sobrecargar, ya que esto puede provocar moho o daños en la espuma interna.
Enjuagar: Use otro paño limpio humedecido con agua corriente para limpiar cualquier residuo de jabón.
Air seco: Permita que la silla se seque al aire por completo en un área bien ventilada. Puede usar un ventilador para acelerar el proceso. No use la silla hasta que esté completamente seca.
Limpieza de vapor (avanzado): Para una limpieza más profunda, un limpiador de vapor puede ser muy efectivo en la tela. Use el accesorio de tapicería y siga las instrucciones del fabricante. El vapor ayuda a levantar la suciedad y matar bacterias, pero nuevamente, evite la saturar la tela.
El cuero es duradero, pero requiere un cuidado específico para evitar que se sequen y agrietan.
Desempolvar y limpiar: Limpie regularmente sillas de cuero con un paño de microfibra seco y suave para eliminar el polvo. Para la suciedad ligera, amortigua el paño con agua destilada y limpie suavemente.
Limpieza:
Solución de jabón suave: Mezcle una pequeña cantidad de jabón suave no metergente (como jabón de castillo) con agua destilada.
Limpia suave: Sumerja un paño suave en la solución, expulsándolo bien y limpie suavemente el cuero en secciones pequeñas. No frote vigorosamente.
Enjuagar: Use un paño limpio separado humedecido con agua destilada lisa para limpiar cualquier residuo de jabón.
Seco: Secia inmediatamente el cuero con un paño limpio y seco de microfibra.
Acondicionamiento: Después de la limpieza, o al menos cada 3-6 meses, aplique un acondicionador de cuero de alta calidad. Esto ayuda a mantener el cuero flexible y previene el agrietamiento. Aplique una pequeña cantidad a un paño limpio y frote suavemente en el cuero, siguiendo las instrucciones del producto.
Evitar: Cleaners químicos duros, depuradores abrasivos y agua excesiva.
El cuero falso es más fácil de limpiar que el cuero genuino, pero puede ser propenso a agrietarse si no se mantiene.
Limpieza: Para el mantenimiento diario, simplemente limpie con un paño húmedo.
Limpieza:
Solución de jabón suave: Mezcle unas gotas de jabón de plato suave con agua tibia.
Limpiar: Humnifique un paño de microfibra con la solución y limpie toda la superficie.
Enjuagar: Limpie con un paño limpio humedecido con agua corriente para eliminar los residuos de jabón.
Seco: Seque bien con un paño limpio y seco.
Acondicionamiento (opcional): Algunos productos de cuero falso se benefician de un protector de vinilo o un acondicionador de cuero falso dedicado para mantener la flexibilidad.
Sillas de malla son transpirables pero pueden atrapar el polvo y las pequeñas partículas en su tejido.
Aspiradora: La aspiradora regular y completa con un accesorio de cepillo es crucial para eliminar el polvo atrapado.
Limpieza: Para manchas o mugre general, limpie la malla con un paño de microfibra húmedo humedecido con una solución suave de jabón y agua (similar a las sillas de tela).
Pincel si es necesario: Para la tierra obstinada alojada en la malla, un cepillo de cerveza suave puede ayudar a desalojarlo antes de limpiarlo.
Air seco: Deje secar al aire por completo.
Estas partes a menudo se pasan por alto, pero son cruciales para la función y la apariencia de la silla.
Limpieza: Use un paño de microfibra limpio amortiguado con agua tibia y una pequeña cantidad de limpiador para todo el uso o jabón de platos suave.
Grima obstinada: Para una mugre más resistente o residuos pegajosos, un poco de alcohol en una tela puede ser efectivo en plástico y metal, pero siempre pruebe primero.
Reladores: Gire la silla e inspeccione las ruedas. Use pinzas o un cepillo pequeño para eliminar cualquier cabello, pelusa o escombros envueltos alrededor de las ruedas. Un rocío de lubricante de silicona puede ayudarlos a rodar suavemente.
Pulido (metal): Para las piezas de metal, un esmalte de metal puede restaurar el brillo, pero asegúrese de que sea adecuado para el tipo de metal específico.
Limpieza de luz regular: No espere a que su silla se vea visiblemente sucia. Una limpieza y aspiradora semanal rápida puede evitar grandes sesiones de limpieza.
Derrames de dirección inmediatamente: Cuanto más rápido limpie un derrame, menos probable es que se ponga en una mancha permanente.
Evite los productos químicos duros: El lejía, los limpiadores a base de amoníaco y los limpiadores abrasivos pueden dañar la mayoría de los materiales de la silla.
Proteger de la luz solar: La luz solar directa puede desvanecer la tela y secar el cuero, lo que lleva a agrietarse.
Use tapetes de silla: Una alfombra de silla protege su piso y permite que su silla enrolle más fácilmente, reduciendo el desgaste de las ruedas.
Siguiendo estas pautas de limpieza profesionales, puede asegurarse de que su silla de oficina siga siendo un activo limpio, cómodo y duradero en su espacio de trabajo en los años venideros.